martes, 26 de abril de 2011
lunes, 18 de abril de 2011
mi gorda
Solo como recordatorio: Renata aprendió a leer
sus primeras palabras (ayer):
-ERROR
-PERFIL
La primera la leyó en una página de Cuevana. La segunda en la tapa del diario del domingo.
Yo salté, aplaudí y lloré, como cuando empezó a caminar. ahhh.
sus primeras palabras (ayer):
-ERROR
-PERFIL
La primera la leyó en una página de Cuevana. La segunda en la tapa del diario del domingo.
Yo salté, aplaudí y lloré, como cuando empezó a caminar. ahhh.
lunes, 11 de abril de 2011
la ventanita
Cuando yo era chica, la puerta de mi casa de virrey liniers tenía una especie de ventanita con vidrio esmerilado todo a lo largo. Mi mamá la dejaba abierta porque con 5 hijos y 20 amigos de hijos entrando y saliendo todo el día, era la mejor opción. Había que estirar la mano, meter un poco el hombro y abrir el picaporte del lado de adentro.
Por esa época, el portón del garage se abría soplándolo. Todas las trabas funcionaban mal y de noche mi papá apoyaba el 505 contra la madera para mantenerlo cerrado.
El método de la ventanita vaivén funcionó hasta el 95. Ese invierno, cuatro tipos armados y con camperas de cuero entraron a casa un sábado cuando todos estabamos durmiendo.
A los pocos días, mis papás compraron puertas blindadas para la entrada y el garage. Hubo que empezar a tocar el portero y a esperar que abrieran. Como alternativa, a veces nos metíamos por la ventana del living. Siempre estaba semi-abierta durante el día.
Hace poco volvieron a meterse en Virrey Liniers. Dos pibes que buscaban a "un narco" y que se equivocaron de dirección. Antes de irse le recomendaron a mi mamá "señora, debería tener siempre la puerta cerrada". Desde entonces, entrar y salir es un trámite tedioso. Nadie encuentra la llave, hay otras 10 colgadas en el llavero que no son, es como el cofre de la felicidad pero más largo y sin ningún premio al final (y cuando finalmente lo lográs se te queda el picaporte en la mano).
En la puerta además hay un escalón y un pequeño cantero, al que mi mamá insiste en ponerle florcitas desde hace 25 años, cuando se mudó a esa casa. En alguna época duraban bastante, hoy se las roban al otro día que las planta. Y se las pillan. Y se tiran a dormir en la entrada.
Ahora que nos fuimos casi todos (mi papá hace mucho, depués mi hermana, yo, mi hermano, sólo quedan los mellizos), se le metió la idea de poner una reja antes de la puerta, "una de esas modernas, no tan reja, más como una malla metálica". No quiero imaginarme lo que podemos llegar a tardar para entrar o salir si no la convencemos de que es una mala idea.
Extraño nuestra ventanita.
Por esa época, el portón del garage se abría soplándolo. Todas las trabas funcionaban mal y de noche mi papá apoyaba el 505 contra la madera para mantenerlo cerrado.
El método de la ventanita vaivén funcionó hasta el 95. Ese invierno, cuatro tipos armados y con camperas de cuero entraron a casa un sábado cuando todos estabamos durmiendo.
A los pocos días, mis papás compraron puertas blindadas para la entrada y el garage. Hubo que empezar a tocar el portero y a esperar que abrieran. Como alternativa, a veces nos metíamos por la ventana del living. Siempre estaba semi-abierta durante el día.
Hace poco volvieron a meterse en Virrey Liniers. Dos pibes que buscaban a "un narco" y que se equivocaron de dirección. Antes de irse le recomendaron a mi mamá "señora, debería tener siempre la puerta cerrada". Desde entonces, entrar y salir es un trámite tedioso. Nadie encuentra la llave, hay otras 10 colgadas en el llavero que no son, es como el cofre de la felicidad pero más largo y sin ningún premio al final (y cuando finalmente lo lográs se te queda el picaporte en la mano).
En la puerta además hay un escalón y un pequeño cantero, al que mi mamá insiste en ponerle florcitas desde hace 25 años, cuando se mudó a esa casa. En alguna época duraban bastante, hoy se las roban al otro día que las planta. Y se las pillan. Y se tiran a dormir en la entrada.
Ahora que nos fuimos casi todos (mi papá hace mucho, depués mi hermana, yo, mi hermano, sólo quedan los mellizos), se le metió la idea de poner una reja antes de la puerta, "una de esas modernas, no tan reja, más como una malla metálica". No quiero imaginarme lo que podemos llegar a tardar para entrar o salir si no la convencemos de que es una mala idea.
Extraño nuestra ventanita.
sábado, 9 de abril de 2011
miércoles, 6 de abril de 2011
mil nueve noventa y cinco
de pronto, se me dio por desempolvar viejos tiempos
no es que las busque tampoco
la foto anterior la encontré en la biblioteca el otro día
adentro del Martín Fierro
esta estaba adentro de un cajón
vino Rodrigo y me pregunto: ¿la tiro?
tengo fotos repartidas por toda la casa: muchas arruinadas, quemadas, pintadas
esta debe ser verano del ´95
o por ahí
observad la moda: el alto de la pollera, el ombligo al aire, el infaltable saquito negro
ese verano batimos récord
salimos desde el 31 de diciembre hasta el 15 de febrero
47 noches seguidas
mi papá se ponía loco
¿todas las noches tienen que salir?
decía que éramos figuritas repetidas
y que cuando uno crece no se acuerda de nada
que todas las noches pasadas en bares parecen una sola
que era casi imposible distinguirlas
"no se van a acordar de todo esto", refunfuñaba
nos suplicaba que nos levantáramos temprano
que no fuéramos a la playa solo a dormir la siesta
o a mojarnos los pies
que nos metiéramos al mar de verdad!
por horas
Todas las cosas que él le parecían importantes
Una vez se hartó y me prohibió salir
Era febrero y Chili ya se había vuelto a buenos aires
“no te vas a morir por quedarte una noche en casa con nosotros”
pero yo sí: papá me puedo morir. No me puedo perder todo lo que puede pasar esta noche. es cruel, es injusto, no tiene sentido.
Alquilábamos una casa fuera de la ciudad,
en una calle de tierra, cerca del vivero.
Después de comer me puse el piyama. Esperé a que todos se durmieran y salí lo más silenciosa que pude. Un paredón bordeaba el jardín y al lado había un descampado con yuyos altos: los crucé a ambos y me cambié en el camino.
No me acuerdo quién nos sacó esta foto
O a quién estoy retando
Es a la salida de La cantina, sí
Las primeras borracheras
Con toc-tocs en la barra
En un momento de la noche, siempre sonaba un disco de Santana
De eso estoy segura
Yo tenía 16 años y salía con un tipo de 33 al que le decían el “Gusano”
Chili tenía 15 y salía con su amigo al que decían el “Tigre”
Dos surfers de Miramar
En serio: no me acuerdo de mucho más
martes, 5 de abril de 2011
domingo, 3 de abril de 2011
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