miércoles, 6 de abril de 2011
mil nueve noventa y cinco
de pronto, se me dio por desempolvar viejos tiempos
no es que las busque tampoco
la foto anterior la encontré en la biblioteca el otro día
adentro del Martín Fierro
esta estaba adentro de un cajón
vino Rodrigo y me pregunto: ¿la tiro?
tengo fotos repartidas por toda la casa: muchas arruinadas, quemadas, pintadas
esta debe ser verano del ´95
o por ahí
observad la moda: el alto de la pollera, el ombligo al aire, el infaltable saquito negro
ese verano batimos récord
salimos desde el 31 de diciembre hasta el 15 de febrero
47 noches seguidas
mi papá se ponía loco
¿todas las noches tienen que salir?
decía que éramos figuritas repetidas
y que cuando uno crece no se acuerda de nada
que todas las noches pasadas en bares parecen una sola
que era casi imposible distinguirlas
"no se van a acordar de todo esto", refunfuñaba
nos suplicaba que nos levantáramos temprano
que no fuéramos a la playa solo a dormir la siesta
o a mojarnos los pies
que nos metiéramos al mar de verdad!
por horas
Todas las cosas que él le parecían importantes
Una vez se hartó y me prohibió salir
Era febrero y Chili ya se había vuelto a buenos aires
“no te vas a morir por quedarte una noche en casa con nosotros”
pero yo sí: papá me puedo morir. No me puedo perder todo lo que puede pasar esta noche. es cruel, es injusto, no tiene sentido.
Alquilábamos una casa fuera de la ciudad,
en una calle de tierra, cerca del vivero.
Después de comer me puse el piyama. Esperé a que todos se durmieran y salí lo más silenciosa que pude. Un paredón bordeaba el jardín y al lado había un descampado con yuyos altos: los crucé a ambos y me cambié en el camino.
No me acuerdo quién nos sacó esta foto
O a quién estoy retando
Es a la salida de La cantina, sí
Las primeras borracheras
Con toc-tocs en la barra
En un momento de la noche, siempre sonaba un disco de Santana
De eso estoy segura
Yo tenía 16 años y salía con un tipo de 33 al que le decían el “Gusano”
Chili tenía 15 y salía con su amigo al que decían el “Tigre”
Dos surfers de Miramar
En serio: no me acuerdo de mucho más
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3 comentarios:
A veces pasa no acordarse de nada, a veces pasa que papá tenía razón. A mí todavía no me pasa lo primero, pero lo segundo sí. Y me encanta ver que cada tanto retomás el blog y nos dejás cosas como esta.
Gracias, chicaE.
Noventa y cinco era el penúltimo de mis años del cole y me trajo también muchos recuerdos similares. Y la foto se ve antigua y los recuerdos frescos, borrosos tal vez, pero frescos.
Me encanta. A los 16 las noches eran para gastarse como los cartuchos. Y eso papá no lo entendía nunca.
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