jueves, 26 de julio de 2007
Más Serge (ahora con Jane)
Y pecaré de obvia, pero a mí Je t'aime moi non plus claramente me inspira. Como él mismo dijo, es el "no va más hecho canción".
lunes, 23 de julio de 2007
Excursiones gastronómicas
Queda en Caballito. Debo decirlo, fui por los buenos comentarios en la Guía Oleo. Está rankeado como el mejor restaurante en el rango de 31/51 pesos y pinta como un gran suceso gastronómico. Lo que me encontré: una moza bastante amarga y mala onda, un ambiente frío y descolorido y una relación precio/calidad que a mi no me convenció. Como entrada, compartimos unos rolls de masa philo rellenos de camarones con hojas verdes y reducción de aceto, que estaban bastante ricos. De plato principal, yo pedí los ravioles de osobucco en su jugo (pasables, aunque demasiado jugo) y quienes me acompañaban una pechuga rellena de queso de cabra que no convenció. Estaba seca y tibia. El postre fue lo mejor: compartimos la degustación que sale 30 pesos y trae un poquito de cada cosa (volcán de chocolate, texturas de chocolate, cheese cake, etc).
Epílogo: gastamos 50 pesos por persona (con entrada y postre compartido y una copa de vino cada una) A las 11.30 la moza comenzó a mirarnos insistentemente para que pidiéramos la cuenta (éramos las últimas en el local) y había una promoción de vinos que nunca nos comentó (la vimos en un cartel cuando salimos).
Aramburu
Abrió hace muy poco. Queda en una zona bastante oscura (Salta y Humberto primo) y funciona solo con reservas. El chef es Gonzalo Aramburu. El local está muy bien puesto y es cálido. Lo que comimos: como entrada panceta con puré de manzanas y unas mollejas (bien). De principal, yo probé un cochinillo que estaba súper tierno con una espuma de ajos (bien). El postre fue lo más flojo: un volcán de chocolate con helado de miel y jengibre (18 pesos, llegó con la base quemada).
Epilogo: Es un restaurante caro (los platos principales oscilan entre los 28 y 35 pesos), las porciones son algo pequeñas (creo que un hombre o una chica de buen comer —como yo—se queda con hambre) y para un público bastante restringido.
Sajama
Uno de los secretos mejor guardados de Buenos Aires. Abre sólo los sábados y domingos al mediodía y cocinan cuatro o cinco amas de casa. Se sirven platos de la cocina boliviana como el chicharrón con mote, la papalisa, el fricasé, el picante de pollo, el picante mixto y diversas sopas (entre ellas la de maní). No hay casi ningún argentino dando vueltas, los comensales son en su mayoría familias bolivianas. La música está a todo lo que da y el lugar no tiene nada de onda: sillas de caño de metal, manteles gastadísimos (aunque bien limpitos) y panera de plástico. El mozo, en general, está alcoholizado y se queda dormido en la silla (se despierta rápido si lo llamás). Pero, bueno, la comida es deliciosa, barata y abundante.
Chan-Chan
Es uno de los últimos restaurantes peruanos que abrió. Queda en la zona de Congreso, local sencillito, agradable. Sillas y mesas algo incomodas. Comimos bien y barato, aunque no probamos el ceviche. El ajiaco de conejo estaba muy bien y también el suspiro a la limeña que pedimos de postre. El mozo fue muy simpático y creo que gastamos 30 pesos por persona.
Próximas excursiones: Les Anciens Combattants, Café San Juan, Olinda Bistró, Chiquilín.
domingo, 22 de julio de 2007
viernes, 20 de julio de 2007
Reflexiones en la sala de espera
martes, 17 de julio de 2007
lunes, 16 de julio de 2007
Ch
martes, 10 de julio de 2007
Periodista Paris Review:Cuando usted usa nombres de marcas en sus libros los críticos parecen especialmente molestos.
Stephen King: Siempre supe que algunos tenían un problema con eso. Pero también sé que nunca voy a dejar de hacerlo, y nadie va nunca a convencerme de que estoy equivocado. Porque cada vez que lo hago, siento un pequeño ¡bang! adentro. Como si hubiera dado en el clavo, como un triple de Michael Jordan. A veces la marca es la palabra perfecta y cristaliza la escena. Cuando Jack Torrance está tomando ese Excedrin en El resplandor, uno sabe lo que es. Siempre quiero preguntarles a estos críticos, algunos son novelistas, otros profesores universitarios, ¿qué mierda hacen ustedes? ¿Abren su botiquín y ven botellas grises sin etiquetas? ¿Ven shampoo genérico, aspirinas genéricas? Cuando van al almacén y compran cerveza, ¿las latas sólo dicen “cerveza”? Cuando van al garaje y ven lo que está estacionado ahí, ¿qué es? ¿Un auto? ¿Simplemente un auto?
+ Acá
lunes, 9 de julio de 2007
Raro
viernes, 6 de julio de 2007
Esta es una historia que, de alguna manera, ya conté alguna vez. De chica, era bastante jodida y caprichosa. Entre algunas de las maldades que hacía estaba prometerle a mi hermano Nacho -el menor- que si me hacía un favor, yo le compraría un chicle. Qué se yo, cualquier cosa: prenderme la tele, alcanzarme un vaso de coca, traerme una toalla de arriba. Yo le pedía favores a diario, pero lo cierto es que nunca le compraba ningún chicle. Y él siempre: "Me tenés que comprar 19 chicles" y después "ya me debés 35". A pesar de mi creciente deuda y de mi poca palabra, Nacho me seguía prendiendo el televisor. Hasta que un día se cansó o yo no le pedí más favores, no me acuerdo (pero lo más probable es que él se haya cansado).
En su último cumpleaños -25 añitos y 15 o 16 después de nuestra deuda- me fui hasta un kiosko y pedí más de 150 chicles. El kioskero no lo podía creer (supongo que poca gente va y compra tantos chicles de una). Los envolví en papel de regalo y después de que Nacho sopló las velitas, se lo di. Apenás tocó el paquete, se entró a reir. "Gorda hija de puta, por fin mis chicles".
lunes, 2 de julio de 2007
Página 139
"Ayer llegó a Ischia la princesa Margarita y tiramos flores desde el balcón. Divino. Por la noche organicé un baile en la azotea, con faroles para ayudar a la luna, y preparé un ponche con Lágrimas de Cristo para ayudar al espíritu. Chester Kallman, Jimmy Schuyler y Ralph Pomeroy vinieron travestidos: bastante divertido, aunque Chester no me cae muy bien."
Un beso para Harold y para ti, carinio, mil tenderreses (sic)
T
(Truman Capote, Un placer fugaz, correspondencia)
PS: se lo paso, si tienen ganas, a Loli, Lou y Dholo.