miércoles, 29 de octubre de 2008

29 de octubre 1995/29 de octubre 2008

Lo que recuerdo:
que disfrute minuto a a minuto todas las horas de la previa, que cuando llegué del colegio subí al techo con brea de mi casa a tomar un poco de sol, que me cambié enfrente del espejo de mi pieza escuchando esta canción e imitando a Mía Wallace, que me puse una remerita con rayas de muchos colores de Via Vai, un jean y mis botitas reebook negras, que no me puse perfume, que era nuestra segunda salida, que mi papá me preguntó ¿otra vez salís con ese chico?, que era un miércoles, que al otro día yo tenía que ir al colegio temprano.

Lo que no recuerdo:
dónde quedamos en encontrarnos, si en el 24hs de Perón o en la puerta del colegio, cómo rompimos el hielo, porqué terminamos en las escalinatas de Plaza Congreso, si me dijiste algo antes del primer beso o me lo diste de prepo.

lo de las manos, eso sí. me pedías la mano y ponías la tuya sobre la mía pero sin tocarla, a medio centimetro una de la otra. querías comprobar si había electricidad entre nosotros ¿hay energía o no? me preguntabas y yo me enojaba, porque la verdad es que tenía terror de que la descarga no te estuviera llegando de la misma forma que a mí.

después volvimos caminando por callao y nos metimos en el primer bar que encontramos, uno con tubos de luz fluorescentes y sillas con respaldo de cuerina marrón. pediste un cafe, pedí una coca, nunca te ofreciste a llevarme a mi casa; tampoco hablamos de salir otra vez ni de nada que tuviera que ver con el futuro.

martes, 28 de octubre de 2008

Limitadita

Acá estoy. Sigo comiendo espárragos, aunque parezca increíble. No voy a parar hasta terminar con todos los espárragos de la ciudad de buenos aires.

Tengo muchas otras cosas para contar, pero lo dejamos para después.

domingo, 26 de octubre de 2008

Onírica

Para mi colección de sueños eroticones.

Soñé que transaba con brad pitt. no me acuerdo de que venía la cosa, pero el resumen es: yo decía algo muy inteligente, y el no podía evitar besarme. lo loco es que no coordinabamos para nada. fue horrible. de hecho, me desperté por eso y pensando: come on brad, ponete las pilas, me han dado besos muuuuuucho mejores que éste.

jueves, 23 de octubre de 2008

El book

y de pronto me pregunto para qué estoy subiendo mis fotos, para que las mire quién, para que vea qué.
a quién le quiero demostrar qué.
es solo una porción minúscula de mi vida, la versión editada. en la versión borrador aparecen granos papadas panzas peores perfiles, empapelados con humedad, cortinas que no combinan con los sillones, camas deshechas, uñas con la pintura saltada.
Algo es real: no todo se hace público

lunes, 20 de octubre de 2008

Una sensación

¿Quieren saber como me siento? Como la que en el pan y queso para armar los equipos del quemado va quedando para el final y empieza a mirar a sus compañeras con cara de perro mojado para no ser la última última, por lo menos la anteúltima. Elijanme rápido.

Acoyte y Rivadavia

hoy me metí en el tunel del tiempo. o en una galería de acoyte y rivadavia que es casi decir lo mismo. desde los 17 años por lo menos que no pisaba una y creo recordar cuál fue el motivo de esa última excursión: un bolso blanco de Ef que me llevé a Los Angeles en mi viaje de reencuentro con Rodrigo.
Lo cierto es que, al igual que Belgrano, Caballito siempre fue un barrio que me pegó mal. depresión severa. pienso en josé maría moreno y me dan ganas de no levantarme de la cama, pienso en los negocios del fondo de esas galerías, los más pobres y oscuros, esos barcitos en donde alguna vez tomé una coca cuando iba con mi mamá a comprarme ropa y tengo ganas de llorar. pienso en primera junta y no....creo que en primera junta no puedo ni pensar.
cuando era chica, Boedo no era lo que es hoy, un barrio lleno de negocios, tiendas de chinos por todas partes, bares para turistas y mucha vida. Boedo era Casa Vivian, el café Dante, el cine Cuyo cada vez con menos asientos ocupados, la heladería Leoyak, tardes de siesta y negocios cerrados. Ante la evidente falta de opciones, Caballito se convertía entonces en nuestro centro, la zona a la que había que moverse para comprar regalos de navidad, hacer la compra anual de ropa o conseguir cosas que no se conseguían en Boedo.
Yo odiaba esas salidas, odiaba las galerías, sus luces blancas, comprarme ropa, el cafecito obligado, las bolsas arriba de las sillas, encontrarme con alguna compañerita del colegio y su mamá haciendo el mismo plan.
Al margen de estas excursiones no tenía otro vínculo con Caballito; mi hermana, en cambio, tenía amigas y novios en el barrio. Yo me movía por Boedo de chica y cuando fui adolescente -mis amigas vivían la mayoría en Once- nuestras actividades comenzaron a girar en torno al Alto Palermo, un lugar en el que prácticamente habíamos levantado un campamento. Nos quedábamos horas en el patio de comidas, dembulábamos por el drugstore, nos probabamos ropa que nunca íbamos a comprar, zapatos.
Si entrara hoy al Alto Palermo, también se sentiría como en el tunel del tiempo. Por eso, me tengo vedado el ingreso: hace años que no lo piso y no tengo ninguna intención en volver a hacerlo.
Así como no pego onda con Caballito o Belgrano, tengo una química notable con otros barrios, casi siempre del sur. Parque Patricios, por ejemplo. No conozco mucha gente ni tengo grandes historias vividas en sus calles (como si tengo en Once o en los alrededores del Congreso), pero cada vez que camino por ahí siento una conexión especial, como si hubiera vivido ahí en otra època (creo en la reencarnación), hay algo.
Hoy, cuando se me ocurrió escribir este post estaba esperando a una amiga para ir a nuestra primera clase de reggeaton. Lo seguí pensando mientras preseaba mami preseaba y te juro que creí que me iba a salir un post alegre, tan alegre como mi bamboleo de caderas, pero ahora que lo releo se me puso tristón. Las consecuencias de pensar demasiado en Acoyte y Rivadavia en el día de la fecha.

jueves, 16 de octubre de 2008

Un set

The breakfast club

Allison Reynolds: When you grow up, your heart dies.
John Bender: So, who cares?
Allison Reynolds: I care.

Aviso

no estoy para nada de acuerdo con en esa máxima tanguera de que los blogs ya no son lo que eran.

en todo caso no son los blogs, es uno. reconozco que nunca volví a sentir nada parecido por ningún blog como por los primeros que me gustaron, fueron como el amor adolescente. la primera lola, la primera laura, la primera chechus, nadie me maravilló como ellas con sus posts, su forma de usar el teclado.

pero insisto: no tiene nada que ver con ellas, ni con los blogs, ni con que todo tiempo pasado fue mejor. sólo tiene que ver con que ellas fueron las que me ayudaron a descubrir algo nuevo.

domingo, 12 de octubre de 2008

Wiki obsession


Annemarie Schwarzenbach

Súper

Por noches como las del viernes
muy orales
historias que no sabíamos el uno del otro
historias que si sabíamos y no nos importa volver a escuchar
pegó la nostalyí
bajar los grandes éxitos de supertramp
llorar porque me hace acordar mucho a mi infancia
y a mi papá
y él que me mira
y se le escapa un siempre pienso en vos
siempre estoy pensando en vos
pero no quiero que lo sepas
lo sepas
y te aproveches
son las 3 y contra todo pronóstico
ya no tenemos cansancio de viernes
es una de esas noches cuando
sabés exáctamente
te das cuenta
no mañana no después sino durante
de que es una noche de las que no te vas a olvidar
porque estás siendo feliz
no mañana no después sino durante

no siempre pasa

viernes, 10 de octubre de 2008

Lo que quiero contar

Puedo contar las cosas más tontas esta tarde.
Contar, por ejemplo, que desde que tengo 30 uso celular. Razón suficiente para que todo lo que todo lo que dije sobre lo estúpida que es la gente que usa celular haya caducado; no hay nada que me divierta más que ser contradictoria.
Puedo contar también que le estoy dando duro y parejo a los esparrágos ahora que se consiguen a 3,50 el paquete. O que me antojo con dulces a las 12 de la noche y me meto en la cocina a prepararme un crumble de manzana o unas palmeritas. Cosas que serían perfectamente comprensibles si estuviera embarazada pero como no es el caso, no.
Puedo contar también que cada cuento o novelita corta que termino de Carson McCullers -Reflejos en un ojo dorado, por caso- me deja en un estado de excitación febril tal que no puedo entender cómo pude vivir tantos años sin haber leído sus libros, cómo fue eso acaso posible.
O que el otro día estaba pensando que tengo una debilidad por los oficios/profesiones en extinción. Me hago periodista cuando el periodismo se está muriendo, intento convertirme en escritora cuando los libros -por lo menos los de ficción- ya no le interesan a nadie, me hago madre cuando lo que está de moda es "me encantan los chicos, pero no son lo mío".
Por último, puedo contar que el otro día estaban cambiando la cerámica del baño y me tuve que lavar la cabeza en la pileta de la cocina. Era algo que no hacía mucho tiempo, pero que enseguida sentí muy familiar. No se porqué pero en mi casa nos solíamos lavar la cabeza en la pileta de la cocina, no todos los días, pero de vez en cuando surgía un "agarrá la toalla y el shampoo y te lavo acá rapidito". Era algo que me gustaba. La toalla en el cuello, la cabeza boca abajo, la sangre que metía presión, las manos de mi mamá, hacer público un acto que suele ser privado. De cualquier manera, que otra persona me lave la cabeza -en la pileta de la cocina, en la bañadera, en la peluquería- es algo que me gusta.
Y eso es todo lo que quería contar.

lunes, 6 de octubre de 2008

El rock

"La historia del rock la hicieron los mártires, pero la música, que es la base de lanzamiento, el motor de combustible sólido, le debe todo a los Charlie Watts. La segunda línea del rock es la que vale, al final. La segunda línea siempre esta ahí, lista para salir a tocar".

(Mi nombre es Rufus, Juan Terranova)

El punk

"Hay una curva en el punk.Es la esquina del suicidio de Sid y Nancy. Pero hay que entenderlo bien ese suicidio. Primero, porque esta dentro de los amores destructivos. Segundo, porque no todos queremos o podernos suicidarnos. Entonces, seguimos vivos y sufrimos la energía centrífuga de la curva del punk. Esa curva que te saca del camino y te pone literalmente en otra parte¨.

(Mi nombres es Rufus, Juan Terranova)

Una letra perfecta

Esta.

Me hace reir, y después querer llorar, y de nuevo reir, y de nuevo querer llorar.

No es publicidad

Yo, al crac 2008, lo sigo por TP.

domingo, 5 de octubre de 2008

viernes, 3 de octubre de 2008

La canción es la misma

Me acuerdo que mi mamá se enojaba mucho cuando la invitaban a reuniones para venderle tuppers, ollas o productos de limpieza. Le molestaba que se usaran los nobles caminos de la amistad para hacer transitar intereses espurios y comerciales.

En cierta ocasión la acompañé. una amiga la habia invitado a la casa con la excusa de tomar el té. cuando llegamos, el departamento estaba repleto de perchas, vestidos y gente: una feria de ropa. Mi mamá compró un conjunto -lila- de compromiso y no volvió a hablarse con su amiga por mucho tiempo. Así de terminante es mi madre a veces.

A mi no me invitan a reuniones de ollas essen. Nadie cree realmente que pueda ser una potencial compradora, pero para este sábado me llegaron dos invitaciones del estilo: la primera, una feria de zapatos y sandalias primavera/verano, la segunda una reunión de tupper sex para comprar consoladores, vibradores, aceites y esencias.

Dos conclusiones:
Yo no soy tan terminante como mi madre
Como nos ha quemado el cerebro sex and the city