Tenía 12 años cuando fui a bailar por primera vez de noche. Nos escapamos con mi prima -de 16-, de aburridas, y nos fuimos hasta el muelle, donde estaban todos los boliches de Miramar. Entramos a uno que se llamaba In Touch. Cuando volvimos tipo 6 de la mañana, a mi prima le dieron flor de cachetada. Yo la saqué gratis porque mi mamá dormía y tampoco me hubiera pegado por eso.
A los 13 fui a bailar por primera vez en Buenos Aires. A un lugar que se llamaba Berlín y que estaba en frente de plaza San Martín. Era un sotano asfixiante.
Segundo año nos repartimos mucho entre la matiné de Caix -persiguiendo al Facha- y Cinema.
En tercer año empezamos a ir a La Embajada, que por mucho tiempo se convirtió en nuestro boliche de cabecera. Bailabamos en los parlantes con las minis rojas y las bucaneras negras. Una noche, con mi amiga Marina, y no recuerdo bien porqué, nos tomamos un taxi y terminamos en la puerta de El Cielo. Reconocí a Poli Armentano (still alive) porque la revista Gente era un clásico en mi casa y les pedí que nos dejara entrar. gratis. Poli accedió, entramos, nos acodamos en una de las barras al lado de Willy Vilas y al jueves siguiente salimos nosotras en la revista Gente. Teniamos 15 años.
Cuarto año también La Embajada y un poco de La France.
Quinto año íbamos a un boliche que se llamaba La Buenos Aires, muy chiquito sobre avenida de Mayo, y donde éramos todos conocidos, todos pibes del san josé. A veces también se nos daba por ir a Metropolis. Nos comprábamos un vino -muy barato- y nos sentábamos a un costado, con miedo de quedar en medio de una pelea y que nos partieran una botella de vidrio en la cabeza. Cuando nos sacaban a bailar, no aceptabamos. Bailabamos entre nosotras. Era el chiste.
En el verano, en cambio, no nos gustaba ir tanto a bailar. Preferíamos pasar la noche en la Cantina de el muelle, tomando toc-tocs, y alternando con noviecitos de verano que teníamos, uno en cada rincón.
Jamás en mi vida fui a bailar a un boliche de zona norte. Sí, de zona sur, a uno de quilmes que se llama Electric Circus. En otra época se nos dio por Temperley, íbamos a La Fábrica y a El Sol, buenos boliches si los hubo. Otra vez terminamos en una bailanta de Berazategui, después de colarnos en una combi de fans del grupo La Marca. Nunca supe el nombre de esa bailanta, tampoco me acuerdo cómo volvimos. Probablemente, a las 8 de la mañana en un colectivo de 3 cifras. Teníamos 17 años.
5 comentarios:
Cuantos lugares conocidos, pero La Fabrica (como buena conocida de zona sur) era lo mejor!
soy de zona sur, la fabrica y el sol fueron furor por el 93.
saludos!
quién te iba a decir que ahora sólo bailás en los casamientos...
aaaaaaaararrrrrrrgggggh! TURRA, sólo de leer las bold ya memataste. Y si, tuve que leer todo, obvio. Pasado, sueltamé (con tilde en la e)
ja
me siento out of place.
grositud lo de gente!
la de a foto sos vos?
Publicar un comentario