me salé fácil escribir bajo emoción violenta. con picos de adrenalina y de azucar en sangre. palpitaciones, presión alta, sudor (¿sudor? siempre preferiste transpiración) en las manos. ejemplo: el día de mi cumpleaños, que tal como conté antes, es una jornada de excitación extrema. ejemplo: la noche que dormimos en Montañita. diferente a todo lo que conocí antes. exagerando, la sodoma o la gomorra latinoamericana. una aldea medieval del futuro. libre albedrío sin necesidad de controles. sin control en absoluto. y después el temblor. the first one in our lives. primero parecía un viento de tormenta, pero no, mirá cómo se está moviendo esta cama. peligro real e imaginario de tsumani, al fin y al cabo estamos al borde del Señor Pacífico, y ese temblor qué fue, ¿un 6 en la escala Ritcher? ves, esa noche hubiera escrito (también la noche en que llegamos a Cartagena), péro no había una compu cerca, nunca tengo papel a mano, ni birome, y al otro día ya fue, los niveles se estabilizaron y no te escribo nada nunca más.
por eso soy tan poco constante, tan irregular. 30 días no y uno sí. soy mala corrigiendo, no tengo disciplina, no domino mi impaciencia. debería aprender a escribir en la rutina, con 11/6 de presión y menos de 70 palpitaciones por minuto.
dejar de escribir sobre escribir y escribir.
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