jueves, 29 de abril de 2010
Máximas de modelos
"Por menos de diez mil dolares no me levantó de la cama" (Linda Evangelista, en algún momento de los ´90, cuando era bellísima y tenía toda la impunidad de los 20). Eso es tener real conciencia de lo que el trabajo de una vale. Si no lo pagás, no lo tenés. Lástima que yo por 200 pesos (al cambio de hoy, 50 dólares) ya estoy bañada, vestida y colgada del pasamanos del 29.
¿Debería cobrar más caro? ¿Me lo pagarían? ¿Debería probar? ¿Y si no me levanto de la cama? Casi nunca digo que no a un trabajo. El trabajo no se rechaza, no en este país, no si tuviste 19 años en 1997 y sabés lo que es que no haya un puto laburo ni abajo de las piedras. O que la mejor perspectiva sea un puesto pedorro (y temporario) de recepcionista en una oficina mal iluminada y sin ventanas de la calle Talcahuano (¿por 300 pesos/dólares?). no sí perdiste más tiempo en agencias de trabajos llenando fichas y solicitudes que en trabajos mismos o tuviste que omitir que tenés una hija porque te baja las posibilidades a menos diez,
Así que no. Me quedó esa tara. Al trabajo sí, siempre. Porque no soy Linda Evangelista y porque nunca se sabe cuando va a faltar.
miércoles, 21 de abril de 2010
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