me compré un cuaderno de tapas duras y negras, hojas rayadas, gran espiral.
Prometo prolijidad, entradas con fecha, pocos tachones. La intención dura poco. La letra me sale horrible, no fluye, se traba, una y dos manos izquierdas.
Pienso nombres: de futuros hijos que no sé si voy a tener. y libros que no sé si voy a escribir.
Algo sé: me cansé de lo autorreferencial, de la primera persona, de las historias mínimas y microhistorias.
Quiero una GRAN historia; leerla, escribirla, da igual.
No hay comentarios:
Publicar un comentario