jueves, 5 de febrero de 2009

No es que me enorguYezca

El colmo del sedentarismo consiste en adoptar la práctica del rebotín durante los viajes en subte. Esto es: subirse a la formación (vacía) en la dirección contraria a la que uno va, ir hasta la estación de salida y regresar.
En mi caso, suelo practicarlo en las horas pico del subte B. Me subo en Florida, reboto en Leandro N. Alem y ahí sí, feliz y sentada, parto hacia mi destino final: Carlos Gardel.

No hay comentarios: