Ahora que lo pienso, siempre fui un poco, un poco, hmm, la palabra que me sale es circunspecta. No sé si es la palabra justa, pero la uso como sinonimo de formal, un poco rígida, un poco mary ingalls. Pesada. ¿conocés alguna persona a la que no le gusten los recreos? Bueno, esa soy yo. No me divierte que me digan cuándo me tengo que divertir. Tampoco me divierten el ingenio ni los chistes ni los payasos ni nada que tenga que ver con el rubro “sacarte una sonrisa”. Menos que menos los compañeros graciosos en clase, ni los que cuentan nada de su vida, ni los que demoraran y dilatan lo único importante para hacer cuando uno asiste a una clase: escuchar al profesor. Por eso, una densa.
No soy buena para las charlas ocasionales, los porteros me odian, no soy amiguera, no me junto con gente que conozco por el blog ni por el twitter, no dejo comentarios simpáticos, no soy easy going.
En la facultad, tengo una compañera que se enorgullece de sus burradas. Por ejemplo, el profesor dice la palabra carmesí, y ella grita ¿carmesí? cómo diciendo ¿Qué está diciendo este viejo pelotudo? Y yo tengo ganas de matarla, patearle toda esa cara de pelotuda hasta borrársela íntegra.
No hay comentarios:
Publicar un comentario