martes, 8 de septiembre de 2015
Viernes a la noche
Todavía descubro a mi marido mirándome con amor. Como el viernes pasado. En casa. Nosotros dos y un amigo, sentados en la mesa de la cocina. Tomando un champagne que sobró de Navidad. Charlando de libros y de amor, y también un poco de drogas. Tengo una buena noche. Respuestas rápidas y encendidas. El cerebro burbujeando con el champagne. Rodrigo se ríe. Me saca una foto con el iPhone y la cambia a blanco y negro. Duda si subirla a instagram, pero finalmente no lo hace. Le cuenta a A, nuestro amigo, que solo se pone celoso de los hombres que me pueden interesar intelectualmente. Nos acordamos de esa frase de Eusebio Poncela en una película mala de Aristarain (que cuando la vimos nos pareció buena): "hay que follarse a las mentes". Nos reímos. A dice que es negro y que le gustaría ser rubio como Alan Pauls. Me dice que yo no puedo tener muchos problemas porque soy linda y rubia. Sabes que sos linda, te pareces a scarlett johansen ( antes me decía me parecía a Elisabeth shue). Rodrigo se enoja, dice que no me diga esas cosas, que después no me para nadie. Le digo que me gustaría parecerme más a Steffi graf, una diosa atlética, una súper mujer. Nos volvemos a reír. Y después todo termina mas o menos mal. Como siempre cuando hay mucho alcohol, drogas y seres humanos que no saben ponerle coto a su angustia.
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