miércoles, 31 de diciembre de 2008

My brother leaves to NZ

martes 30 de diciembre. hace 4 años estaba en la playa, embarazada de Renata. Ahora estoy despidiendo a Martín, mi hermano que se va al otro lado del mundo: Auckland. suena muy lejos.
por la mañana trabajo. cierro capítulos de un libro, escribo. de a ratos, veo diseños para mi primer tatuaje, con el que quiero recibir 2009. Me es facil ir siempre por la negativa: No estrellas, No angelitos, No flores ni corazones, No delfines, No letras chinas, ni nada tribal. me siento tentada a copiarle todos los tatuajes a Angelina, como ese de las coordenadas de dónde nacieron sus hijos (pongo la coordenada de la Suizo Argentina?) o esas imágenes con significado tailandés. Después me voy hacia las frases en latín. Hago una lista larga de las cuales me gustan, especialmente, tres:

-A bonis ad meliora
-Temps fugit
-Cela que tu fais, te fait

Pero después de pensarlo un rato, vuelvo a la primera opción: el nombre de una ciudad que para mí es como decir R con otras palabras y que concentra todo lo enamorado y joven y feliz que se puede ser y estar.
Al mediodía almuerzo con R y le muestro los diseños, pero no me ayuda. Dice que no le convence la tipografía, que es muy office. No le hago caso: a mí me gusta.
Trabajo un rato más y a la tarde me pasa a buscar para ir a la bond street. Empezamos mal. American Tatoo dice que está cerrando, que en la página está mal el horario y que tengo que esperar hasta el viernes (es decir hasta el 2009) porque el 31 no trabajan. Mi deseo de empezar el año con tatuaje se comienza a evaporar.
Voy hasta otro que se llama El Alemán y del que también me hablaron (pero de nuevo, cerrando). Luego de dar unas vueltas, terminamos en lo de McPio, un pibe con el pelo la mitad blanco y la mitad negro (y que le hizo un tatuaje a xuxa, mi gran ídola de la infancia). Primero me atiende un tatuador que no le pone onda, es obvio que se quiere ir a la casa: que el trazo es muy fino, que la tinta se va correr, que no va a quedar igual que en el papel. Me tira a menos 10. Cuando estoy por abandonar al local con un "lo voy a pensar mejor" me agarra McPio y me dice: ¡Yo te lo hago! Vení que primero te calco, tengo una aguja súper fina, te va a quedar genial (Y Rodrigo: Si te lo hace McPio te va a salir carísimo). Arreglamos un precio y me entrego. Lo hace y me gusta, también duele un poco, aunque no tanto como pensaba. Estás en manos del mejor tatuador del país, qué pulso, se autoelogia.
Me voy contenta con mi tatuaje a la cena pre-despedida de mi hermano. El vuelo se retrasó y en lugar de a las 3, sale a las 5 de la mañana. Va a ser una noche larga (y fue un día largo). La casa es un perfecto caos. Las chicas se entusiasman con mi tatuaje y se comienzan a tatuar con una bic azul nombres de ciudades por todo el cuerpo: Nueva York en el tobillo, Paris en la panza, Las Vegas en el brazo. Mi hermano cierra detalles, mi hermana (a días de parir su tercera hija) se arrastra hasta un sillón, el otro habla por teléfono con su mujer (tiene a la hija con fiebre), el quinto tiene un cumpleaños antes de ir a Ezeiza.
En la sobremesa hablamos de extraño de empezar a vivir la mayor parte del tiempo en días diferentes. Por ejemplo, a las 9 de la noche de acá, en NZ son las 12 del mediodía del día siguiente. Es como si mi hermano se fuera a vivir a nuestro futuro (Marty, Volvé del futuro!)
No sé si son los nervios o el exceso de coca, pero a valentina le dan unos espasmos bien fuertes en la panza y terminamos a la 1 y media en la guardia del Italiano. Finalmente, no es nada y la excursión nos ayuda a seguir estirando la noche y aguantar hasta las 3. Pequeñas siestas de algunos en los sillones, yo me entretengo con las chicas (seguimos con los tatuajes) y algo de tele.
A las 3 menos algo, partimos. La autopista vacía y cómo me gusta ir a Ezeiza, en especial cuando no soy yo la que viaja; me gusta despedir y recibir gente, el llanto de alegría y el de tristeza, la atmósfera de los aeropuertos, el amor en tránsito.
Después charlas, fotos, abrazos, llantos, en ese orden o en cualquier otro. 4 de la mañana, hora de embarcar.
Martín se va al futuro.
Nosotros volvemos por la autopista vacía.

miércoles, 24 de diciembre de 2008

Feliz navidad amigos

después de ver anoche, en el shopping Abasto, lo bajo que puede caer el ser humano por un descuento del 30% (corriendo a gente con tambores y promotoras para agarrar un cupón) he decidido tomarme estas visperas de nochebuena con calma. Escucho Bob Marley (un sedante natural), me imagino echada en la arena blanca de jamaica con un coco en la mano y preparo cosas ricas. Entre ellas una ensalada agridulce que se las trae: melón, palta, pollo, naranjas y jamón crudo. Espero que guste y si no gusta siempre puedo decir, a la Marty McFly, "creo que todavía no están listos para esto, pero sus hijos la van a amar".

viernes, 19 de diciembre de 2008

Ahora que se acerca

versión 2008 de esto

mejor libro: acá
peor libro: me aburrió Hidrografía doméstica (Gonzalo Castro)
personaje literario más adorable: Anacleto (Reflejos de un ojo dorado)
película tonta del año más divertida: Virgen a los 40 (es de otro año, pero la vi este)
película del año: El orfanato/Juno
peor película: La niebla
programa de tele más visto: no tengo más tele, lo reemplazo por serie: In treatment.
Restaurante del año: Mucho Sarkis, mucha pizza de Pekin. Me gustó Osaka.
Peor restaurante: hmm, Martita nos desilusionó, ya no es lo que era.
blog: El conejo.
comida del año: un ajiaco que me salió como la re puta madre, las carnes al horno de rodrigo, que se supera a sí mismo cada vez y espárragos en todas sus formas.
mejor compra del año (ropa): las sandalias color lima, éxito total.
mejor decisión del año: abandonar el consumo loco y comenzar a ahorrar un poco.
peor decisión del año: anotarme en el gimnasio (salvo las bicis y espasmódicas clases de reggaeton no lo usé como es debido).
hábito incorpado: fernet con coca light algunas noches.
disco más escuchado: los sountracks de juno y de Into the wild (Rise, de Eddie Vedder canción del año).
caso policial del año: el de la efedrina, pero me duró tres días. después lo dejé de seguir.
recital: believe or not, no fui absolutamente a ningún recital este año.
Obra de teatro: tampoco fui a ninguna. ya lo dije, el teatro no es para mí.
Tema de charla preferido: compatibilidades entre signos y campo/gobierno.

Espirituosa

alterno el tedio absoluto con la desesperación (absoluta) porque el tiempo se me va por un colador amarillo de plástico con agujeros muy grandes. no puedo retenerlo. de repente, enero, qué increíble todo el año por delante, de repente diciembre qué loco cómo se pasó el año. en el medio, casi nada.
desde que trabajo, todos los años se parecen y a veces me asusta no poder distinguir NI UN evento memorable de, por ponerte un ejemplo, 2006.
Balance 2008: bastante chongo. Eso sí: estabilidad a full, casi noventista. trabajo y amor. salud, hubo una recaídas y bastantes consultas médicas, infecciones varias. subí 5 kilos y eso no está bueno. Salió la antología y eso estuvo bueno. Me compré y me regalaron varios artefactos eléctronicos (dos computadoras, celular). Pocos viajes, no fuimos más lejos que Mar de las Pampas. Poca escritura, un poco más de trabajo en la tesis (tampoco mucho). Eso sí: las chicas crecen sanas y lindas y fuertes y en eso sí soy una agradecida.
Este es el típico post balance del año que odio escribir. onda catártico, a quien carajo le importa.
Para el año que viene se presentan algunas posibilidades de quebrar la rutina. No podemos obviar la CRISIS 2009, pero bueno, como dice hasta el libro de autoayuda más básico TODA CRISIS ES UNA OPORTUNIDAD.

miércoles, 17 de diciembre de 2008

Rapiditas

(a raíz de la pérdida del celular)

Rodrigo: "Nunca más le regalo nada material"
Papá: "Regalale un árbol"
Rodrigo: "Se le pudre"
Papá: "Bueno, entonces un cactus"

***

Cada vez entiendo más a los viejos.
El otro día, la enfermera con una jeringa en la mano: "Te va a doler un poquito". Yo: "Hmm, no creo, tuve dos partos naturales".

Como diría el amigo McCain ¡I have a record!

Y en eso consiste la vida. en tener un record cada vez más grande. hasta que llega un día en que no sabés dónde guardarlo. y entonces te morís.
Hora de aceptarlo. Soy una nueva descelularizada.
Me duró exactamente: 88 días.

jueves, 11 de diciembre de 2008

Si me decís señora, no te compro nada

ayer, una de esas siestas nocturnas traicioneras. quince minutos y salgo, de diez menos cuarto a diez de la noche, en el sillón, solo cierro los ojos, apenitas.
pero me despierto a las 2, con el living a oscuras y abandonada, mi enamorado disfrutando de la imprevista soledad en la cama de dos plazas.
esto antes no me pasaba. he llegado a hacer una siesta de 2 y media a 3 y media de la mañana, ponerme la micromini roja las medias de red las botas, y salir rauda en un taxi en dirección a Caix para llegar en el minuto exacto en el que comienza lo mejor de la noche.

martes, 9 de diciembre de 2008

El aire de los tiempos

me compré un cuaderno de tapas duras y negras, hojas rayadas, gran espiral.
Prometo prolijidad, entradas con fecha, pocos tachones. La intención dura poco. La letra me sale horrible, no fluye, se traba, una y dos manos izquierdas.

Pienso nombres: de futuros hijos que no sé si voy a tener. y libros que no sé si voy a escribir.
Algo sé: me cansé de lo autorreferencial, de la primera persona, de las historias mínimas y microhistorias.
Quiero una GRAN historia; leerla, escribirla, da igual.

jueves, 4 de diciembre de 2008

Elementos archivados

"Qué mal que estaba ayer. Creo que me violaste, porque hoy cuando me levanté la bombacha estaba arriba de la almohada. Pero no me acuerdo de nada. ¿Qué hicimos puntualmente? Solo me acuerdo que te dije muchas veces que te amaba y que vos me dijiste que era una estupidez decirnos eso a esta edad".

De todos colores

Picos adrenalínicos de la infancia: platos de pan con manteca y mucho azucar, panqueques con dulce de leche que se desborda, patines de cuatro ruedas y pisos resbalosos, promesas de piletas, un plan para aguantar toda la noche despiertos y ver el amanacer, cruzar la medianera como cuerda floja y meternos en la casa en construcción, un balde lleno de bombitas de agua; bien grandes y de todos colores, chiquitas me hacen doler.